¿Demasiado hermoso para ser cierto?

navidad_4Profundo artículo de José Luis Restán que puede ayudarnos a saborear el misterio que celebramos en Navidad. Entresaco estas líneas:

En Navidad no celebramos el tiempo de los buenos sentimientos, una especie de vitalismo forzado, ni siquiera el bien genérico que es la vida. Por el contrario, afirmamos que el Sentido eterno del mundo (el Logos, el Verbo) se ha hecho tangible a nuestros sentidos y a nuestra inteligencia, de modo que ahora podemos contemplarlo y tocarlo. Si releemos las narraciones evangélicas de estos días veremos que el discurso es mínimo, no se habla de valores y principios, sino que se expone una historia de hechos concretos, bien datados y geográficamente ubicados. Lo que proclamamos a los cuatro vientos no es una ley universal que hemos alcanzado a descifrar sino que el Creador del universo, el Misterio buscado y anhelado por todas las culturas, se ha hecho carne uniéndose indisolublemente a la naturaleza humana.

Y reconoce el Papa: "A muchos hombres, y de alguna forma a todos nosotros, esto les parece demasiado hermoso para ser cierto". Y sin embargo, ¿quién no intuye que en el origen no puede habitar el absurdo, quién no desea que el sentido de todo se desvele cálido y cercano, quién no se sorprende con este anuncio y antes de que sus prejuicios se impongan no suspira: ¡si fuese verdad…!? Nuestra tarea hoy, es retar al corazón de los hombres con el testimonio de que el Sentido del mundo se ha hecho carne, ha plantado su tienda entre nosotros, ha abierto un surco en el campo de la historia y en ese surco florece un brote de humanidad distinta, aparentemente frágil pero invencible. Menos que eso sería abandonar a la humanidad a su suerte, mientras busca dramáticamente la felicidad y el sentido oculto de la vida y de la muerte.

 

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