El reciente estreno de la película “Mientras dure la guerra” ha traído de nuevo a la actualidad la figura de Miguel de Unamuno. En la obra del escritor y filósofo español se encuentran numerosas referencias de su búsqueda de Dios y el anhelo de la vida eterna.
He recuperado uno de sus poemas en los que se recoge dicha sensibilidad religiosa, en línea con la infancia espiritual que pide Jesús para llegar a entender lo que es el Reino de Dios: “En verdad os digo que, si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos” (Mt 18,3). Se trata de unas líneas del poema Agranda la puerta, Padre que en las navidades de hace dos años se distribuyó repetidamente a través de redes sociales.
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Miguel de Unamuno, Cancionero
porque no puedo pasar;
la hiciste para los niños,
yo he crecido a mi pesar.
Si no me agrandas la puerta,
achícame por piedad;
vuélveme a la edad bendita
en que vivir es soñar.
Gracias Padre, que ya siento
que se va mi pubertad;
vuelvo a los días rosados
en que era hijo no más.